¡Holaaaaa!
Yo por aquí con un nuevo post, y un título que os sorprenderá ¿no?, jaja, ahora entenderéis por qué.
Bueno, hoy os vengo a enseñar este vestido que ya os adelanté por mi Instagram y por el que me preguntasteis un montón. Hoy lo podéis admirar en el resto de las fotitos, jiji.
Es un vestido amarillo con estampado de flores pequeñitas, con largo midi, con dos aberturas laterales en cada pierna, con toda la parte superior como fruncido, por lo que queda apretadito y de cintura para abajo el vestido queda suelto. Es escote palabra de honor y lleva dos manguitas cortas también en fruncido, o sea que se ajustan a vuestro brazo.
El vestido es de Zaful, y es precioso, tiene una tela bastante buena que no se trasparenta, además de fresquito para estos calores y muuuy cómodo.
Lo combiné con estas cuñas en rojo, como las florecitas, y con esta cesta que tiene mil años, jaja; en serio, esta cestita era mía cuando era pequeña y jugaba con ella (de hecho los dos laterales están pintados por mi y por mi hermano), pero como todo vuelve, -y de ahí el título- nunca tiréis nada; ha sido una alegría encontrarla, ya que ahora tengo este tesorito de cesta totalmente a la última.
Bueno, os dejo con las fotos, y como siempre os digo, no olvidéis dejarme vuestros comentarios...
Vestido- Zaful; Pendientes- Parfois |
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